¿Qué pasaría si se fusionaran el grafeno y el aerogel? Hace 10 años científicos de la Universidad de Zhejiang, en China, se plantearon esta cuestión y el resultado fue la creación del aerografeno, considerado por muchos como milagroso por sus propiedades: fino como un átomo pero resistente como el acero, conductor, se auto repara, es transparente… El aerografeno es uno de los materiales más especiales nunca antes inventados, tanto, que han sido necesarios 10 años para encontrarle aplicaciones. Y es que, también es muy flexible, absorbe 900 veces su peso, se puede comprimir, aísla, es conductor eléctrico y térmico, es un catalizador, reciclable…
¿Cómo se forma y qué es el aerografeno?
El aerografeno se forma mediante una espuma de nanotubos de carbono congelados en seco con láminas de óxido de grafeno. A continuación se extrae el oxígeno mediante un proceso químico, obteniendo un material poroso.
Una de las ventajas del aerografeno es que mientras que el grafeno es bidimensional, una lámina fina, el aerogel de grafeno es tridimensional. Destaca además por su alta porosidad y baja densidad, es el sólido más ligero que existe, con un peso de sólo 160 gramos por metro cúbico. Pero al mismo tiempo es más resistente que el acero. Es hasta 7 veces más ligero que el aire, pero no flota debido a que es muy poroso, y el aire se introduce en su interior. Aún así puede posarse encima de cualquier material extraligero sin deformarlo. A su vez, es un excelente aislante térmico y eléctrico, y al mismo tiempo cuenta con una alta capacidad de carga.
En definitiva, conserva todas las propiedades del grafeno, incluyendo su resistencia, más fuerte que el acero, pero es aún más ligero, y se puede moldear o tallar.
Y sus usos se pueden aplicar en…
En cuanto a sus usos, durante los últimos 10 años se ha investigado mucho. Definitivamente, se ha concluido que su uso es apto para la industria aeroespacial. Además, en el campo de la industria energética, podría resultar la clave para optimizar la eficacia de las baterías, y en la electrónica se puede aprovechar en aplicaciones de aislamiento térmico y como sensor de conductividad.
A su vez, por su enorme capacidad de absorción, puede usarse para absorber el petróleo del mar, durante un vertido. Resulta útil para la eliminación de tinturas y aceites de agua, en la purificación del aire, y en la gestión de aguas residuales. También sirve como material para construir globos y neumáticos. Y se está probando en la fabricación de cables de fibra óptica, tarjetas microSD, transistores, paneles solares, pantallas flexibles…
Aunque su adopción está siendo lenta, porque es difícil fabricarlo a escala industrial, el aerografeno revolucionará la industria en los próximos años.